El presunto autor de la masacre de Mendoza, Daniel Zalazar, fue trasladado a la penitenciaría de Boulogne Sur Mer, donde quedó alojado en un sector especial para evitar que sea atacado por otros presos.
En cuanto llegó al penal fue alojado en el pabellón para detenidos por violencia de género y abusos sexuales, según publicó el sitio TN.com.ar. Cuando le informaron sobre las reglas de convivencia y comportamiento, el profesor de taekwondo respondió imperturbable: "Soy buena gente, no van a tener problemas conmigo".
El imputado, que en un primer momento había dicho que había sido víctima de un robo, admitió que estuvo en la casa de la masacre pero aclaró que se fue antes de que las tres mujeres fueran asesinadas y de que los chicos fueran atacados a puñaladas.
La Justicia, en cambio, sospecha que él fue el autor de los ataques. De hecho, está acusado de matar de múltiples puñaladas a Vicenta Díaz, Susana Ortiz y Lorena Arias y de intentar asesinar, también a cuchillazos, una beba de 10 meses que sería hija suya y a Lucas, otro hijo de su expareja de 11 años.
Los menores permanecen estables y con pronóstico reservado en terapia intensiva del Hospital de Niños Humberto Notti.